AMIGAS Y AMIGOS:
En la última clase, vimos algo del marxismo y cómo este movimiento de ideas generaba un gran proyecto liberador para el género humano. Dijimos algo acerca de las filosofías que inician un cuestionamiento de toda la racionalidad moderna (quizás sin saberlo). Nietzsche, Darwin, Freud.
Hoy les escribo dos palabras sobre el pensador danés que abre las compuertas del "existencialismo", una corriente de pensamiento poderosa al iniciarse el siglo XX. Creo que preanuncia lo que viene luego. Me parece. Pero esto es para desarrollarlo luego, fuera de clase. Con estas reflexiones damos por finalizado los contenidos para dialogar en el examen final.
Reflexiones acerca de la génesis del existencialismo
1.- La cuestión de la “esencia” y “existencia”, y su problemática relación, nace en aquella vertiente del Judeo Cristianismo que pretende ver con la inteligencia, o con la razón que discurre, los principios de toda creatura. En la filosofia griega no se había planteado ni por asomo tal problema. Desde ese momento hasta hoy, la “esencia” y la “existencia” han recorrido una riquísima historia en la filosofía europea. Es conocido el debate medieval sobre la distinción entre tales términos, y cómo se componen en la realidad efectiva.
2.- Como no podía ser de otro modo la cuestión sigue en la metafísica moderna. El dictum de Espinoza es ilustrativo: “essentia involvit existentiam” (Eth., Lib. I, def. I). De entrada nomás, para que no existan dudas: la esencia incluye la existencia!. Y es razonable lo dicho por Espinoza si se tiene en cuenta el ocultamiento del Ser Creador. En tal caso la esencia incluye a la existencia; hablar de cualquier esencia supone siempre la existencia, de lo contrario la razón caería en el abismo del no-ser. La existencia es patente; en todo caso lo problemático para la razón humana es la determinación de los atributos esenciales de las cosas o del mundo.
3.- Quien da un giro a la modernidad, en este punto, es el gran pensador danés: Soren Kierkegaard. Y su influencia fue honda en el siglo XX, en su inicio y en las décadas finales, aunque pasó desapercibido para su tiempo (siglo XIX).
4.-
El núcleo de ser humano es según Kierkegaard, la existencia, el “sí mismo” que de forma permanente se interroga y busca.
Por tal motivo el “sí mismo” nunca es una unidad perfecta; por el contrario, es más bien dualidad, o mejor: una dualidad que se mira a sí misma. Y en ese acto, hace algo, es decir elige. El “sí mismo” es proyección y libertad. Por ser “libertad” es asimismo “angustia”.
Los animales y seres inferiores viven en una admirable armonía, pero es horizontal! En cambio el sí mismo, una síntesis de cuerpo, psique y espíritu, vive en línea vertical
Hegel diluyó lo central, “el sí mismo”, sin el cual no hay filosofía que valga, ni interrogar alguno.
5.-
El existencialismo del siglo XX hunde aquí sus raíces. Es conocida la tesis antropológica: el hombre no posee esencia alguna, pues si la poseyera sería algo determinado; y si es algo determinado, carece de libertad. Y eso es el centro del hombre: libertad. El hombre es el único ser que se hace a si mísmo.
miércoles, 9 de enero de 2008
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3 comentarios:
Máximo en esta génesis del existencialismo que subiste, me han quedado algunos interrogantes.
En el punto 4, Kierkegaard afirma que 'el núcleo del ser humano es la existencia, el sí mismo'. Pero, ¿por qué afirma eso?
Si los principios rigen las cosas. Entonces ¿qué sucede en el orden de los principios? ¿Y qué vinculación guardan con el orden histórico-concreto?
Un abrazo
Federico, es muy buena tu pregunta. Repito: muy buena.
Y no es fácil la respuesta.
Trato de ponerme en el cuero de Soren K. Es difícil, peo algo se puede intentar.
Soy. Me palpo que soy. Estoy ahí, aquí, arrojado en el existir. (No puedo olvidar o salir de este dato esencial, a saber, que me encuentro existiendo, sin saber de donde vengo, ni de qué causas ...claro me dirás, algo sé, tengo a mis padres. No respondes a la cuestión de fondo. Yo, no soy elección de mis padres. El sí mismo" está ahí. Y hablar que los principios rigen las cosas, estará bien, siempre que me explique al sí mismo, si lo disuelve, niega el dato inicial. No sirve esa filosofía).
Y es correcto lo que dice el danés. Es un gran desafío explicar este dato de la conciencia: yo soy y esto es indubitable.
Espero haber dado alguna pista, en este tema denso y difícil, como todas las cuestiones que versan sobre las estructuras de fondo.
Un abrazo.
¡Máximo! ¡¡¡Qué respuestas haz dado!!! Estoy impresionado. Que palabras tan pesadas. Y de cuánta ayuda, también, para nosotros. Es una gran experiencia poder compartir con Uds. - Federico y Vos - estas cuestiones esenciales del pensar filosófico que mienta lo real y ¡con qué profundidad! Más allá de que puedo saber que tal profundidad es propia de ambos, no me deja de sorprender. Muchas gracias a los dos. Necesitamos a Kierkergaard y que así, de este manera, lo pensemos.
Un gran abrazo. Nacho.
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