miércoles, 20 de febrero de 2008

Una respuesta como ayuda...

Queridos Amigos, como notarán, en este tiempo a Máximo se le hace muy difícil participar activamente en el blog, tal como lo hizo siempre. Está tapado de trabajo. Por tal motivo, me tomo el atrevimiento de contestarle e intentar pensar juntos estas profundas cuestiones que Uds. han planteado en esta oportunidad. Esperando, por supuesto, alguna contribución de Máximo ni bien pueda entrar a participar con nosotros.

Vayamos despacio y por parte, así podemos mantener la claridad y hacer un tratamiento lo más diáfano posible para nuestra comprensión:

1.) "Antes que nada", podríamos ubicarnos en el paso que va desde el idealismo trascendental kantiano hasta el idealismo absoluto de Hegel.
En primera instancia, tenemos presente al “Sujeto trascendental” de Kant que sólo conoce el fenómeno ya que la “cosa en sí” (noúmeno) nos es incognoscible y no se nos devela; luego, podemos ver en Hegel que al identificar el Pensar con el Ser “supera” esa inaccesibilidad de la “cosa en sí” afirmando que todo puede ser pensado, todo puede ser absorbido por el pensamiento. Pensar y Ser son lo mismo; la realidad es pensamiento. Cuando mentamos a la “cosa en sí” ya la mentamos como “cosa en sí”, determinada y como tal se la conoce. Por ello su idealismo es Absoluto. En este caso el Sujeto ya no es “Trascendental” sino Espíritu Absoluto que vive y se configura dialécticamente en la historia.

2.) Entonces, desde Hegel, el Pensar puede arribar a la esencia de las cosas, o mejor aún, la esencia es pensamiento. Junto con Aristóteles concibe el hecho de que sólo hay ciencia de lo universal, por ello es que “lo verdadero es el todo”. Destacamos este carácter universal de la esencia que absuelve en sí toda individualidad y/o a toda entidad determinada.

3.) Contra ésta universalidad “alienante” de la esencia reacciona el pensamiento de Sörem Kierkergaard. Éste se encarga de reconocer el valor del “sí mismo” individual existencial, real y concreto, que escapa a todo conocimiento científico y filosófico. Conocimiento que absorbe la riqueza de la individualidad, y sobre todo, la individualidad “personal” en la totalidad esencial. Pues, lo que se conoce es la esencia pero no la existencia ya que ésta no puede ser concebida. No entra en el pensamiento “esencialista” la verdad real (existencial) de Pedro, Santiago, Mariana, etc.
Aquí lo real se identificaría con la existencia.
Sin embargo, quizás podamos percibir una necesidad íntima del “sí mismo” de aferrarse a una esencia absoluta, dada la inestabilidad y la contingencia intrínseca de la cual participa. Recordemos que no estamos en el orden de la estabilidad otorgada por la universalidad y perennidad de la esencia; la existencia particular del “sí mismo” nos deja en una desesperante contingencia (la del “temor y temblor”). Es así que encuentra la necesidad de apego a quien tiene que haber sido el donante de su existencia: el “absurdo" Dios cristiano, al cuál Kierkergaard se aferra libremente por una fe completamente ciega y que, valga la referencia, la vive como cristiano: caminando con la cruz a cuesta, asintiendo como Abraham a la verdad de una esencia Absoluta incognoscible y, por lo tanto, absurda. Esta experiencia religiosa, no puede ser explicada ni puede ser fundada desde una Teología (dogmática) determinada y sólo se la “entiende” como un convencimiento existencial libre, reiteramos, de su absurda verdad, ya que no hay argumentaciones ni razones que la fundamenten. Envuelto en esta experiencia dirá en nuestras tierras, el P. Leonardo Castellani:
"Días de tedio inerte y de derrota
y de la frente hundida y pies en fango
en que agobiada la conciencia apenas
puede sufrir a Dios más bien que amarlo.
Ay esperanza, que te fuiste lejos
y el hilo en que me tienes es delgado
suspendido (*)"

Por todo esto, tal vez, nos cueste entender al pensamiento de Kierkergaard, como un pensamiento propiamente filosófico, porque no es un existencialismo postulado filosóficamente, y menos aún, conceptualmente.

(*) El subrayado es nuestro.
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Espero haber ayudado un poco, pues son temas que requieren de una comprensión minuciosa y paciente de las convicciones propias de cada pensador, lo cual supone un gran esfuerzo como lo estamos haciendo en su estudio y a partir de cada duda que se nos presenta. No dejen de consultar la referencias de Máximos sobre estos pensadores y que tenemos tanto aquí en el blog, así como en el libro de Epistemología de la Educación.

Saludos.
Nacho.

2 comentarios:

Sergio dijo...

Gracias Nacho, ha sido muy útil tu aporte.
Queda pendiente lo del Existencialismo.
Un abrazo y Máximo queda disculpado. Sabemos el inmenso trabajo que está realizando.

josefa dijo...

hola maximo y chicos, como están, nosotras bastante enredadas con tantos filósofos. tenemos la primer pregunta para hacerles, ahí va:¿por qué afirma que en Hume hay un abismo insalvable entre el ser y el deber ser?. un beso, josefa y Adriana